El otoño estaba llegando a su esplendor, la temperatura bajaba, los abrigos aumentaban, las tardes se acortaban...
Abrió la puerta de su casa tarde en la noche, víctima del cansancio, el frío y un mal humor más que interesante.
Se sacó la campera y el saco, giró la bufanda hasta desenroscarla, colgó la cartera, hizo volar uno a uno los zapatos.
Al llegar al pasillo, tomó envión y saltó a la cama, justo al lado de Francisco. El control remoto aterrizo sobre una pequeña alfombra, el libro se cerró y quedó semi aplastado bajo su cuerpo.
Cuando intento protestar ya era demasiado tarde, estaba acurrucada contra su cuerpo dándole un beso, al que siguió otro y otro más...
Al día siguiente un compañero le pregunto a Francisco si se sentía bien, se lo veía cansado.
- Julia es exigente cuando esta de mal humor- murmuro.
Yo la pondria de mal humor todos los dias.
ResponderEliminarE iria cansado a trabajar todos los dias (pero con una sonrisa de oreja a oreja)
Es una dinamica similar a la que ellos tienen no te preocupes jajaja.
ResponderEliminarLo sabia (dijo el verde de envidia)
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