jueves, 31 de diciembre de 2009

El año nuevo.

La Luna disfrutaba del año nuevo.
Desde siempre esa celebración había sido interesante por los excesos... Exceso de alcohol, de sexo, de drogas, de glamur, de alegria, de furia, de tristeza, de ilusión, de vida y de muerte.
Le agradaban los fuegos artificiales y los brindis, aunque creia que no eran más que un cliche.

Baldwing miraba al cielo con expresión alegre. Le gustaban las coloridas piruetas que lograban con polvora y colores en el cielo, pero detestaba los gritos infantiles de sus vecinos al prenderlos en la vereda.

Margot ceneba con algunos amigos. Odiaba el año nuevo, se ponía nostalgica y se sentía particularmente sola para esas fechas.

En algún lugar lejano, el barco se hundía lentamente, mientras los ultimos pasajeros subian al bote naranja.

Magalí se acerco a su perra, estaba un poco drogada, sino se estresaba mucho con los ruidos de la pirotecnia.

Javier sostenía a su nieto en brazos mientras su hijo liberaba al cielo un globo de papel.

El año viejo se iba, uno nuevo comenzaba lleno de esperanza y espectativas.

Para la luna, el mundo simplemente seguía girando.

lunes, 23 de noviembre de 2009

La muerte.

Se despertó sobresaltada, eran las cinco de la mañana y volvió a su mente la ultima discución.

- Así que este es el final.
- Si, lo es.
- Pero yo te amo, Giovanni.
- Lo se, Bianca.
- Decias ser feliz a mi lado, proyectamos una vida..
- Basta!
Su vista se nubló.
- La muerte me persigue, sus ojos azules no me dejan en paz. Bianca, esta charla es un ultimo deseo, o favor o lo que sea.
- Es por tu tio, verdad? Te dije que te alejaras de él, que traeria problemas.
- Ya no tiene caso discutir, mujer, es que no lo entiendes, estoy condenado.
- Podemos recurrir a la policia, o escapar, eso es Giovanni, huyamos, vayamos a Estados Unidos. Mis tios viven ahi y nos ayudaran.
- Es demasiado tarde, sus ojos siguen mis pasos, lo de la policia solo lo hara enojar y huir, eso podria hacer que te lastime.
- Quien es él?
- Él? Es la muerte, tiene una sonrisa gentil y los ojos como el cielo. Prometio que sería rápido.
- La muerte? Es un hijo de puta sin corazón! Acaso decis que te esta haciendo un favor? Es un sádico.
- Hasta el peor hijo de puta puede ser justo. Adios, Bianca. Que seas feliz y tengas en tu vida todo lo que planeamos.
Le dió un beso y la estrecho contra su pecho, ella olió su perfume y sintió su calor, su cuerpo no temblaba como el de ella, el siempre había sido valiente.
Despues de eso se había ido, sin decir más nada, sin hacer caso a sus ruegos y llamados, ni siquiero voltio a mirarla.

Una semana despues los noticieros hablaron sobre él, lo habían encontrado en un rio, se decía que era una venganza contra su tio, un mafioso relacionado con drogas y armas; sin embargo llamó la atencion que solo recibiera un balazo. Uno en la cabeza y la luz se apago pensó ella, más rápido y piadoso de lo que había temido.
El tio juró venganza y ella también.

El viejo murio unos años despues a causa de un ataque de alegia a la pimienta blanca, solo su mujer y su sobrino sabían de su problema, su mujer visitaba a su hermana y su sobrino estaba muerto. Por lo tanto lo tomaron como un accidente.

Al despertar ella recordo el rostro hinchado del viejo y sonrió. Recordó lo que había soñado, los ojos azules, esos que le habían robado a su amor. Soñó que se cerraban por última vez. Como buena italiana era supersticiosa y supo que donde quiera que se encontrara ese hijo de puta había muerto.

Más relajada volvió a dormirse.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

En el colectivo.

Eran recien las nueve de la noche, todavia quedaban muchas cosas por hacer antes de terminar el día, su voluntad intentaba concentrarse en pendientes mientras su mente divagaba por los lugares más reconditos.

Se dedicó a observar a su alrededor, el colectivo urbano estaba repleto, como todos los días a esa hora.
Más de una persona luchaba por no dormirse, varios se rindieron ante el cansancio. Había un joven con la cabeza apoyada hacia atras, una cicatriz iba desde su labio hasta su mentón, soñaba con el examen de matematicas del día siguiente, una mujer con la cabeza apoyada en el vidrio y la cartera aferrada soñaba con la discución que acababa de tener con su jefe.
Un poco más atras dos chicas con los uniformes escolares se reían a carcajadas, una tercera miraba al rubio que buscaba algo de música decente en su MP4, en ese momento creyó en el amor a primera vista.
En los primeros asientos iban una mujer embarazada con un niño pequeño sentado en su falda, que le contaba sobre la visita a la abuela; y un hombre mayor, con una botella de vino, lo esperaban su hijo y su nuera para cenar.
Una señora hablaba por celular con su marido sobre la ensalada para acompañar el pollo y un adolescente hacia serios esfuerzos por llegar a la parte de atras y pulsar el timbre, deseaba estar en su casa de una vez.

Se sintio contenta, el mundo estaba vivo. Ella tambien, llegaría a su casa, cocinaria, resolveria lo que le apeteciera y disfrutaria de su marido, tal vez vieran una pelicula o fueran a comprar helado.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Belisario y la nueva vida

La vida del niño no era tranquila, pero era mejor que la que tenía antes, o eso creía él.

Su deber era hacer todo lo que el capitán le pidiera, sin discutir ni preguntar. Mientras él no lo necesitara el niño podría recorrer el barco o la pequeña isla a su voluntad.

De entre los piratas había un par que le agradaban particularmente, el primero era el capitán, un hombre un poco sádico, pero justo, jamás permitió que nadie le pegara, ni que lo ayudaran con las tareas que le delegaba.

También estaba entre sus preferidos Charles, un viejo francés, que viajó al caribe en busca de bellezas naturales para pintar. Tuvo que matar al marido de su amante cuando este intento apuñalarlo.

Estaba condenado a la horca cuando llegaron los piratas al lugar, por lo que al igual que el niño, pidió al capitán unirse a su grupo. Fue el quien se encariño con el niño y le enseño todo lo que sabía, empezando por el idioma. Solo con verlo supo que con ese cabello negro, esos ojos azules y su mente despierta tendría un gran futuro.


Margot y Baldwing

Margot recordó el día en el que conoció a Baldwing.

El niño le generó algo extraño, por un lado, le desagrado que se pareciera tanto a su madre, en sus rostro no se identificaban rastros de su padre. Ella sabía que el niño no tenía la culpa, pero era el único motivo por el cual Alex no dejaba a su mujer, eso y que era demasiado leal, pero estaba segura de que sus encantos hubiesen funcionado contra la lealtad.

Su madre estaba haciendo una suplencencia en una pequeña escuela rural, no muy lejos y por eso Alex había llevado al niño con el a la heladería en la que se juntaron. Aunque físicamente, podría haber sido el hijo de cualquiera, fue en su mirada que lo encontró.

Su mirada era igual de intensa e inteligente que la de su padre y aunque sólo tenia un año, ella supo que estaba destinado a algo grande.

Se sintio feliz al verlo en el prostibulo, se vestía son la misma sencillez de Alexander y aunque en su rostro leyo aburrimiento, estaba segura de que su mente era tan brillante como la de su ex amante.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Incidentes...

La luna rió a carcajadas, la historia en si no era original, pero la expresión en sus rostros le dio risa.
Sus padres y hermanos se habían ido de la ciudad, había una de esas fiestas familiares en las que los tios repiten lo grandes y lindos que están los sobrinos, comen como si fuese la ultima vez y más tarde un poco entonados empiezan a reir descontrolados.
Ella, sutilmente rechazó la invitación, "tengo parcial el lunes, con el calor del día no pude concentrarme y necesito avanzar, mandá mis saludos y si la abuela hizo torta traeme un poco" se excuso. Su madre, orgullosa de lo responsable que ella era, dijo que quedaba algo del mediodia en la heladera y que por la mañana estarían de vuelta.
Él llegó un poco más tarde, despues de amarse apasionadamente, con la modorra y el hambre tipicos del "despues" atacaron la heladera, vieron el final de una pelicula francesa de la cual no entendieron nada y mientras hablaban en la cama sobre estudios, amigos y proyectos varios se quedaron dormidos.
Lo primero que vió al despertar fue la mirada espantada de él.
-Que hacemos?
Sin entender que pasaba le pregunto de que hablaba.
-Es la voz de tu vieja, están por entrar!
Ahora la de la mirada espantada era ella, sentados se miraron, ella se puso un camisón y salió a abrirle a sus padres, tan rápido como le fue posible volvió a su dormitorio, no había rastros de él!
Mientras miraba desconcertada hacia todos lados sintió a su madre entrar detras de ella, su madre le contaba los incidentes graciosos, que habían comido y sobre la nueva novia de su primo, ella asentía y sonreía mientras su cabeza pensaba: "en donde carajos se metió!!!".
Alegando un cansanció importante pidió que terminara de contarle todo por la mañana, se saludaron y apagó la luz, mientras mentalmente maldecia a todos los dioses del olimpo, lo llamó en susurros, casi grita cuando el la tomo por el tobillo.
Unos instantes despues, salió de debajo de la cama, se vistió y saltó por la ventana hacia la calle.
Se quedó pensando, así que eso sentian en las peliculas cuando el amante se ocultaba de los habitantes de la casa... Era má que interesante!

viernes, 30 de octubre de 2009

Belisario va creciendo...

Con solo seis años Belizario tenía en claro algunas cosas: odiaba a su padre y odiaba a los ingleses.
Su padre era un infeliz, un pescador ebrio y amargado que disfrutaba de golpearlo.
Los ingleses eran los aristocratas de la ciudad caribeña donde el vivía y detestaba la forma en la que lo miraban, con esa expresion de desagrado y superioridad.
De más está decir que el niño y su padre vivían pobremente, y que él comía día por medio.
La luna se sentía triste al verlo así, desamparado y llorando de hambre, pero llorando despacito para que su padre no lo escuchara.

La noche en que llegaron los piratas el niño se sintió plenamente feliz, no sintió miedo al ver como mataban a los ingleses, ni como se llevaban el poco ganado que había. Incluso conoció la felicidad al ver como golpearon a su padre. Al fin y al cabo, la justicia existe, pensó sonriendo.
En ese momento lo supo, quería ser pirata. Despues de todo la sangre no le daba impresión y eso que más de una vez había visto hombres cubiertos en sangre, él mismo se había lastimado gravemente y su vecina le dijo lo valiente que había sido al no quejarse mientras lo curaba.

Sin titubear y con miedo a que se fueran y lo dejaran ahí, se acercó lentamente hacía uno de ellos, que impartía ordenes a los gritos, se acerco a él porque lo creyó el jefe.
El hombre al verlo se sorprendió y más aun se sorprendió cuando escucho el pedido del niño. La luna no recordaba haberlo visto reir así antes.

martes, 27 de octubre de 2009

Suceciones

Despertó y el lento parpadeo le permitió entrever la puerta del dormitorio, volvió a cerrar los ojos.

Con algo de miedo se giró y estiró su blanca mano hacia la derecha.

Para su tranquilidad allí estaba, su calido pecho seguía a su lado, subiendo y bajando con una regularidad serena.

Sonrió en forma casi imperceptible, apoyó su cabeza en el amado pecho, se acurrucó un poco contra su cuerpo, y así, segura y feliz, volvió a dormirse.

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Él por su parte la sintió moverse, sólo cuando supo que estaba dormida se atrevió a pensarlo.

Con Margot era algo personal, muchos coqueteaban con ella y no era para menos, algo que desconocia le decia que no quería que nadie más tocara su cuerpo.

A diferencia de su mujer ella era femenina, viva, intensa, inteligente. Odiaba hacer eso, se sentía injusto comparandolas y no le gustaba sentirse así

Su cuerpo tenía las curvas y su mirada la fijeza. Se convirtió en la dueña de sus fantasias antes de que se diera cuenta.



Una semana más tarde le regaló un caro perfume frances, de los que ella había usado en su patria y así, como al pasar le ofreció que fuera su secretaria, además, necesitaba a alguien que tradujera un par de libros de frances a español.

martes, 20 de octubre de 2009

La noche en que Marguerite conoció a Alexander...


Eran al rededor de las 3 A.M, ella salía del lujoso departamento de uno de sus amantes, se despidieron con un rapido beso sobre los labios, ella tenía apuro, se mantenía con la paga de tres clientes y esa noche la estaban esperando en un chalet a las afueras de la ciudad. Pulsó el botón del ascensor y esperó impaciente, taconeando las baldosas.

La puerta del ascensor se abrió y se encontró con unos penetrantes ojos azules, a está altura la luz del palier se había apagado y solo recibía la luz que entraba por el ventanal, la luna brillaba delgada y palida entre algunas nubes invernales. Ella seguía perdida en su mirada, él se hizo a un lado permitiendole entrar, cerró la puerta y siguió mirando hacia la puerta.

Margot pasó y se sintío tonta, porque permitía que ese hombre la intimidara, ni siquiera la había mirado con la expresión de deseo que tan bien detectaba en los ojos de los hombres.


Entonces se percato... La intimidó el brillo de sus ojos, había algo distinto, ella leía el secreto en sus ojos, ese hombre ocultaba algo, algo que lo enorgullecía, a diferencia de los hombres que solo ocultaban a sus amantes por miedo a sus mujeres.
De todas formas creía que había algo más, ya se acercaban a la plata baja y no quería alejarse de él, su perfume le llenó el alma, sin embargo no pasó desapercibido ante sus expertos ojos la argolla en su dedo anular.

Abrió la puerta, le cedió el paso y cerró, cuando llegaron a la calle el frío los golpeó, él paró un taxi, abrio la puerta y le hizo un gesto para que entrara, ella lo creyó otro de los caballeros porteños, muy amables y poco fogosos. Agradeció con una inclinación de cabeza y pasó, para su sorpresa inmediatamente detras de ella entró él y dió la dirección de un elegante hotel.

Se sonrojo hasta lo más profundo y no supo que decir. Al llegar, la ayudó a bajar y haciendo que se tomara de su brazo la dirigió hasta el bar del lugar. Pidió los tragos y se presentó. Ella seguía sin poder hablar, le dijo que no solía hacer eso y ella le creyó, entonces le pidió que le permitiera acariciar su cuerpo durante toda la noche, había algo en su voz que no le permitió negarse...

Al amanecer solo se atrevió a sacar una conclusión, definitivamente no era el típico caballero porteño.

Marguerite por partida doble...

La luna se fijó en Margot después de conocer a su tía, la amante de Alexander.
Marguerite Mulet se llamaba exactamente igual que su tía, el nombre le estaba bien puesto, era muy parecida a ella, incluso su padre eligió a su hermana como madrina de la bebe. Esa fue la única ocación en que ambas mujeres estuvieron juntas.
Unas semanas después con veinticinco años recién cumplidos, un par de clases de español, sus ahorros de toda la vida y de su trabajo como secretaria, compro un pasaje en clase media en un crucero hacia sudamerica, ella quería conocer el mundo y casarce algun rico hombre de negocios que le diera una vida de princesa en aquellos lejanos pagos...
Esa tarde de verano sólo fue su hermano a despedirla, sus padres estaban indignados con el caracter rebelde de su hija.
Que había sido de su tía Margot era todo un misterio para su familia, sus abuelos hasta el día de hoy se entristecian al pensar que no fueron a verla al puerto, esa había sido su ultima oportunidad de verla y la desaprovecharon tontamente.

La jovén Margot tenía los ojos castaños más grandes y oscuros que los de la Marguerite original y también pecas, unas cuantas distribuidas entre la nariz y las mejillas. El gran parecido con su tía desaparecida la había convertido en la nieta preferida.
Al ver las fotos de su tía sentía que le faltaba mucho para alcanzar su escencia femenina, pero se reconocia en la sonrisa algo picara.

La luna las encontraba tan parecidas y tan distintas, la Margot en Francia era la replica de su tía cuando se enamoró de Alexander, eso fue lo primero que le llamó la atención.
Pero a diferencia de su tía, la jovén era una enamorada del amor, del helado de chocolate, de las noches de luna llena y de su agenda en la cual hacia pequeños dibujos, copiaba frases de canciones y algunas historias que salían de su mentecita.
Sin embargo estaba segura de que si hubiese conocido al amor de su tía lo habría encontrado de lo más agradable, tal vez hubiese hecho que Baldwing riera de sus ocurrencias...

domingo, 18 de octubre de 2009

Belisario y su madre...

La luna, como ente femenino, amaba a los niños y admiraba a las madres!
Por Catalina sentía un especial afecto, la joven no era linda pero tenía cierta gracia, sus ojos reflejaban dulzura.

Cuando ella quedo encinta la luna sonrió, ella quería que el bebe de Catalina estuviera ligado a ella y lo consiguió.
Ya estaba en un estado muy avanzado del embarazo, era una abrazadora noche de verano, siendo tan redonda como una naranja y haciendo subir la marea para darle la bienvenida, utilizo sus influencias para que Catalina diera a luz.

El resultado? Un niño con ojos tan azules como el mar, el cabello tan renegrido como el de su madre y una mirada inteligente como la de la luna. No, el niño no heredo nada de su padre, lo cual, según los vecinos era una suerte.

Cuando el niño tenía cuatro años su madre murió a causa de una de esas enfermedades comunes que en el caribe no tenían cura.

Hasta el dia de hoy Belizario la recuerda con amor, ese es unico recuerdo de amor de una mujer que almacena su memoria, ese y aunque sabe que todos se burlarian si lo comentara, el siente que la luna lo observa y en sus momentos de mayor desilucion brilla con mas fuerza como para darle animos... Aunque obviamente, todos se burlarian si lo comentara...

jueves, 15 de octubre de 2009

Dialogos bizarros

Dialogos que en la última semana hicieron sonreir a la luna...

Dialogo 1
Ella: Hola amigo! Como imaginé que estarias sufriendo traje galletitas para que nos tomemos unos mates!
El: Uh, que buenas están las galletitas! Tomá, te elegí este número, son 6 pesos!
Ella: SEIS PESOS??? Pero que se sortea?
El: una canasta de golosinas.
Ella: Uh, caigo aca con comida y me clavan con una rifa de seis pesos... Siento que me cagaron!

Dialogo 2
Ella: No sabés lo que me pasó!
El (desinteresado): Que te pasó?
Ella: Llegue al gimnacio, deje el bolso y las cosas para empezar la clase y cuando miró bien había cinco monos vestidos de negro mirando al espejo!
El: CINCO MONOS???
Ella: Ok, como prefieras, eran cinco personas! No eran monos de verdad!
El: ah, ya me parecia!
Ella: Así que empece Kung fu!
El: .....

Dialogo 3
Chica 1: Ohhh
Chica 2: Que pasa?
C1: Pareces un perrito!
C2: QUE?
C1: Sí! Con ese flequillo que te hiciste pareces un perrito!
C2: COMO QUE UN PERRITO!
C1: Pero es tierno!!
C2: Ok! Vos tenes cara de cabra!


martes, 13 de octubre de 2009

La luna, la música y la amenaza

Los había mejores pero no más apasionados, Damián adoraba a su gastado saxofón.

Desde el atardecer hasta pasada la media noche intentaba sacar sonidos del instrumento.

Esa noche, en cambio, era distinta, era una fría noche de julio y la llovizna le trajo recuerdos.

Casi sin querer recordó la amenaza, si no abandonaba a su pequeña banda moriría.

Solo el clima le hizo recordar aquellas épocas... Por lo demás en su vida las cosas habían cambiado, se había casado, con una tierna profesora de artes plástica que adoraba a los niños, tenía dos perros y leía Cortazar.
Sin embargo algo le dolía, la banda se había desintegrado. Ese fue un golpe duro en su vida. A pesar de la amenaza jamás consideró abandonar a sus amigos.
Puso un CD en el reproductor, miró por la ventana de la pequeña casa hacia el jardín, acaricio a uno de sus perros distraidamente y volvió a remontarse al pasado.

Si bien no creyó en la amenaza algo en el tono le indicó que era mejor necesario encontrar la forma de seguir en la banda y no sufrir las consecuencias.
Al mirar el reloj se dio cuenta de que debía apurarse o llegaría tarde al concierto, más de una vez se quejaron sus amigos de eso! No les gustaba tener que esperarlo y se lo habían hecho saber con sus malas caras.

Guardó el saxofón en el estuche, se dio una rápida ducha, se perfumó y con un ultimo par de palmadas en el lomo de sus perros salió y cerró con llave la puerta. Ya había dejado de lloviznar ahora el frío le calaba los huesos, se subió lo más rápido posible a su auto.

Mientras manejaba hacia el bar pensó en sus amigos, Juan se hizo un ingeniero con demasiados termos de mate amargo y sin hora alguna para ensayar, Mariano tuvo un hija antes de lo previsto, la pequeña Abril ya tenia 9 años, Carolina se mudó a Rosario y así se quedó sin banda.
Todos habían seguido con su camino.

Vio la larga fila que se había armado para entrar al bar, en realidad se trataba de un prestigioso club de jazz, hacía un par de años que se popularizó como salida cara para gente de elite.

Mariano era el responsable del club, convenció a Juan de invertir su dinero en el lugar, Carolina vendría con su esposo, su mujer llegaría un poco más tarde, sin embargo no tenía tiempo para esperarlos, saludo son un gesto al hombre de la puerta y pasó rápidamente hacia el fondo del lugar, doblo a la derecha, saludo con la mano al barman mientras escuchaba como afinaban los instrumentos.
Saludo a su banda y abrió el estuche en el que guardaba su saxofón para las presentaciones, desde la muerte de su madre dejaba el que ella le había regalado en su casa.

Supuso que su padre se sentaría con sus amigos en alguna mesa cercana al escenario. En cuanto terminaron de tocar y recibieron los aplausos recordó otra vez la amenaza de su madre, si no se ponía a estudiar en lugar de ensayar con la banda y terminaba el secundario lo mataría, sonrió ante la idea, su madre no era capaz siquiera de matar a una mosca. Pero terminar matemáticas le era útil hasta el día de hoy para sacar las cuentas de la casa...

viernes, 9 de octubre de 2009

Lástima...

Si bien no solía encontrar sorprendente la naturaleza de los humanos, había casos que la sorprendían. Los sicarios le llamaban poderosamente la atención.
Desde el principio de los tiempos los hombres se empeñaban en matarse unos a otros, eso no era nada nuevo, pero hacer de esto una profesión encubierta lo hacía interesante, al menos para una observadora muda.
Sí, puede sonar un poco morboso, pero la diversión de los astros es distinta a la de los simples mortales.
En las últimas épocas había observado a varios profesionales realmente diestros en su profesión, pero había uno, uno en particular al que le tenía especial afecto, Alexander... Se acordó de él al ver a su hijo fumando en el balcón. Alexander era un sicario competente, disfrutaba de su trabajo, disfrutaba de ver el dolor y el miedo en los ojos de sus victimas.
No le interesaba el motivo por el que lo contrataban mientras la paga fuera puntual, él hacía todo tipo de trabajo.
Alexander tenía una pequeña imprenta, con la cual sacaba algo de dinero, para disimular el verdadero origen de sus ingresos. También tenía una esposa, una mujer común y corriente, en su rostro se leía el aburrimiento de la rutina, la amargura de la falta de amor, el resentimiento hacia el hombre que amaba. Ella daba clases en las afueras de la ciudad, hacía suplencias, para poder cuidar a su hijo.
El hijo de Alexander: Baldwing, lo nombró como a su tío, un importante contrabandista que usaba por seudonimo El Alemán, nadie quería problemas con ese hombre, del que se escuchaba que no tenía problema en mandar a matar ni a su madre, si es que esta le quitaba un centavo.
La luna era conciente de que si bien, no había matado a su madre, la fama estaba correctamente ganada.
Había solo dos cosas en el mundo que Alexander amaba, una era su Magnum Carry y la otra, la otra era Marguerite, más conocida como Margot. La conoció en un prostibulo, de donde la sacó para convertirla en su secretaria.
Realmente se entristeció al verlo morir a causa de un derrame cerebral, internado en una patética clínica en el centro de la ciudad, era una muerte absurda para una persona a la que tantos deseaban matar, una persona contra la que muchos jurarón venganza sin saber su nombre.
También le daba lástima su mujer, que con la muerte de su marido solo se había resentido más con él y años más tarde murió sin dejar de ser una amargada.
Le daba lástima Margot, que había tenido que volver a su antiguo oficio.
Le daba lástima Baldwing, que con el correr de los años se fue volviendo un energumeno, que no conocía la grandeza de su padre, pero llevaba en la sangre lo necesario para seguir con el oficio de la familia.
Pero más lástima le daba la Magnum Carry, que despues de su periodo de grandeza descansaba en un cajón, con solo dos balas, cuando su destino hubiese requerido de muchas más....

martes, 22 de septiembre de 2009

COTIDIANOS...

En el 4to piso una pareja hacía el amor,
En el 5to una joven intentaba dormir a un bebé que lloraba eufóricamente,
En el 6to dos jóvenes estudiaban para un parcial de calculo,
En el 7mo un niño miraba con los ojos muy abiertos una pelicula clasificada como mayores de 16 años.
En el 8vo una adolescente le mandaba mensajes de amor a su novio antes de acostarse a dormir...

Se dedicó a observarlos a todos por unos instantes.

Una vez q terminaron, los del 4to se dieron un suave beso, ella se dió una ducha, el acomodó unos papeles en su agenda, después se duchó.
Cuando volvió ella ya se había dormido.
Se acosto junto a su cuerpo, le dio otro beso, ahora en la frente y se dispuso a dormir.

La joven del 5to seguía meciendo al bebé, que ya se había tranquilizado despues de media mamadera extra y un provechito.
Le doliá un poco la cabeza y esperaba a que el pequeño se decidiera a cerrar sus ojos para terminar de lavar los platos y llamar a su marido, que en ese momento cenaba con su amante en algun pequeño restaurante de la ciudad, aunque teoricamente se encontraba cerrando algun acuerdo de trabajo.

Los chicos del 6to habían comido empanadas y ya iban por el 4to termo de mate amargo. Necesitaban nota para la promoción, el parcial era a las 8 de la mañana y todavia les faltaba repasar 2 bolillas, sin embargo se tenían fe, sus notas eran casi que ejemplares y entre chistes sobre mujeres, alcohol y ejercicios ya habian llenado un cenicero.

El niño del 7mo no entendía porque había dos mujeres desnudas, en una ducha, acariciandose... Menos aun entedió cuando apareció ese hombre...
Despues de los primeros segundos decidió sacarle el sonido al televisor, si sus padres se enteraban de lo que estaba viendo se quedaría sin horas de plaza, postre ni figuritas por más de una semana...

La chica del 8vo juraba amor eterno a un castaño que vivía a unas 15 cuadras de su casa, que le respondía contento mientras comia un sandwich que preparó con lo que encontró en su heladera.
Hacía solo 3 meses que se conocian, todo sucedió en el cumpleaños de una de sus amigas, él era su primo que recien se mudaba a la ciudad y descubrieron muchos guston en común, como por ejemplo actores y peliculas, varias veces los vio entrar y salir del cine.
Una noche despues de comer un pancho en el centro, él se animó y tomó su mano, ella sonrojada lo mirño a los ojos y sin saber como se dieron el primer beso...

Nada de esto salía de lo cotidiano, eran cosas de todos los dias para la luna...

Solía jugar a adivinar que pasaría la noche siguiente. Es que a veces las historias de las estrellas se tornaban realmente aburridas

martes, 15 de septiembre de 2009

Larga espera.

Desde el comienzo ella no fue más que muda testigo.

Había observado por las noches los avances en la
construcción de las bellas pirámides egipcias, a las ligeras naves de los griegos surcando mares, a poblaciones huyendo desprevenidas de volcanes en erupción, a poblaciones enteras bailando para llamar a la lluvia, a tribus africanas festejando el casamientos de alguna joven pareja...

Todo lo había visto muchas veces, eran pocas las personas que llamaban su atención.

Pero esta vez, si bien el hecho en si no era novedoso, se sintió
profundamente conmovida...

Ella, ella no era más que una adolescente, a sus
dieciséis años era energica, no era hermosa, pero su rostro era interesante, sus ojos tenían una vitalidad inusual, su sonrisa era enigmática y su risa contagiosa.

Y allí estaba ella, vestida de colores oscuros, escondida en la entrada del bosque, feliz y asustada... Los extrañaría, eran su familia, su sangre, pero él, él lo era todo, su futuro, su energía, su razón de ser!

Esta era la mejor manera, si se iban, empezarían en algun lugar lejano una nueva vida. No necesitaban del dinero de su padre, ni de los títulos de su madre, solo necesitaban la presencia del otro...

Él seguiría con su trabajo en el campo y ella haría tejidos, no sería facil al principio, pero eso no era lo que importaba...

Y mientras ella seguía soñando despierta, detras de un gran árbol, esperando su llegada, a solo unos km, él recibía un balazo en la espalda y caía sin vida al lado del caballo.

Al día siguiente su padre la encontró llorando sin consuelo, cubierta hasta la rodilla de barro, bajo el duraznero de su jardín...

Solo la luna sabe, que aunque pasaron los años, ella sigue llorando la desaparición de su amor mientras abraza la almohada.

Y solo la luna sabe, que su padre antes de dispararle le ofreció dinero para que se fuera y los dejara conservar a su hija...

domingo, 13 de septiembre de 2009

Pintura...


Eran compañeros, él sólo pintaba por las noches y ella lo acompañaba desde la ventana.

Entre sus obras había desnudos, naturaleza muerta, exploró en algún momento su faceta cubista y ella, muda lo observaba...

El arte abstracto no le sentaba bien, sus pinturas se veían moribundas, los colores parecían llorar...

Fue entonces cuando decidió volver al que fue su primer amor... Los paisajes.

Ella se había enamorado de sus coloridos bosques, de sus dorados campos, de sus agitados mares...


Pero entonces, un fatídico jueves, todo terminó.

Él, su predilecto, la ofendió...


¿Como se atrevía? ¿Como? Después de todas las horas de mutua compañía a retratarla en ese oscuro cielo tan gorda y pálida!

sábado, 12 de septiembre de 2009

En la noche...

Se despertó y le costó un poco darse cuenta de en donde se encontraba.
Había dormido boca abajo y sentía una molestia en el cuello.
Cuando se sentó, la vio a su lado durmiendo boca arriba, la sábana sólo cubría hasta su cintura. Su rostro, víctima de un juego de luces y sombras, se le antojaba dulce; su respiración, rítmica y relajada, lo fascinaba...
La luz de la luna que entraba por la ventana le daba un tono marfil a su piel, la tentación se volvió, de golpe, irresistible y empezó a acariciarla...

En ese momento, la luna, sonrojada, prefirió dirigir su mirada a los vecinos del 5to piso que hablaban sobre algún concierto de rock...

jueves, 10 de septiembre de 2009

El Sueño de la Luna


Cansada de la soledad
la Luna enloqueció...


O al menos,

con el único fin de desaburrirse,
finge Delirios diurnos y nocturnos...


Sueña sin ton ni son,

sueña que está despierta o muy dormida,
sueña que es estrella o hada o cereza,
sueña que estás leyendo estás lineas,

sueña y te invita a soñar con ella...