martes, 27 de octubre de 2009

Suceciones

Despertó y el lento parpadeo le permitió entrever la puerta del dormitorio, volvió a cerrar los ojos.

Con algo de miedo se giró y estiró su blanca mano hacia la derecha.

Para su tranquilidad allí estaba, su calido pecho seguía a su lado, subiendo y bajando con una regularidad serena.

Sonrió en forma casi imperceptible, apoyó su cabeza en el amado pecho, se acurrucó un poco contra su cuerpo, y así, segura y feliz, volvió a dormirse.

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Él por su parte la sintió moverse, sólo cuando supo que estaba dormida se atrevió a pensarlo.

Con Margot era algo personal, muchos coqueteaban con ella y no era para menos, algo que desconocia le decia que no quería que nadie más tocara su cuerpo.

A diferencia de su mujer ella era femenina, viva, intensa, inteligente. Odiaba hacer eso, se sentía injusto comparandolas y no le gustaba sentirse así

Su cuerpo tenía las curvas y su mirada la fijeza. Se convirtió en la dueña de sus fantasias antes de que se diera cuenta.



Una semana más tarde le regaló un caro perfume frances, de los que ella había usado en su patria y así, como al pasar le ofreció que fuera su secretaria, además, necesitaba a alguien que tradujera un par de libros de frances a español.

5 comentarios:

  1. grandes problemas ocn el formato del escrito... por suerte la computadora no aterrizo en la planta baja!

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  2. JAjajaj Margot... me siento tonto al comentar tus escritos, puestos que juegan entre si con los míos. Alexander es un buen tipo, a mi me cae mucho mejor que Baldwing, que voy a decirte.

    Te envio un gran beso, y apenás pueda nos juntamos a tomar unos matés.

    maxias.

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  3. jaja... no tires la compu, y si lo haces, antes hacé un buck up de los archivos, no sea cosa que nos perdamos algunos de tus cuentos, ja...

    Alexander es un tipo decidido, donde pone el ojo pone la bala... sabe lo que quiere y siempre encuentra como conseguirlo (como esta vez con Margot). Y coíncido con el amigo Maxias (alias Balwing y la demencia) en que Alexander es un tipo bueno (con los que se lo merecen). Y a decir verdad, a mi también me cae un poco más simpatico Alexander, pero siento que Balwing tiene mucho por contar.

    Les dejo un saludo grande a los dos... hasta pronto.

    P/d: está demás decirlo, pero muy lindo el post.

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  4. Pues yo soy un raro.

    O primero regalo el perfume o no me dejan acercarme a la cama. (jejeje).

    Habra que seguir la continuacion de la historia de la tia Margot y Alexander.

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  5. Jaja, por favor, mon ami, este Alexander era un ejemplo particular de hombre!

    No solo era un perfume, era bastante caro estar con ma tante Margot!!!

    Creo que preferiras el perfume y no mantenerlas jajaja!

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La luna soñó...