-Por qué me quieres? Preguntó la niña al conejo mientras esté preparaba el té.
-De donde sacas esas preguntas niña?
-Mi tia siempre dijo que soy muy curiosa y que eso es pésimo.
-Tu tia roba manzanas a sus vecinos, asi que no le prestes atención, respondió y empezó a mover las orejas un poco enojado.
Sirvió el té en las tazas. La miró de reojo y contestó, -Eres una niña, eres inocente, tus intenciones son buenas y aunque eres completamente diferente a los conejitos, tu sonrisa, tus preguntas y ocurrencias son como las de todo cachorro.
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La luna soñó...