miércoles, 31 de julio de 2013
Rupturas
- A veces el alma se parte, es como un golpe fuerte. Pero no deberías preocuparte por eso.
- ¿Y qué pasa entonces?, preguntó inquieta, pues no entendía.
- Bueno, suspiró un poco cansado el conejo y dudó antes de seguir- a partir de ese momento nunca vuelves a ser el mismo.
- ¿Es eso malo?
- Depende, hay quienes necesitan el cambio, hay quienes pierden la alegría niña, todo esto es cosa de mayores, cosas muy complicadas por las que no deberías preguntar. Vamos, duérmete- comentó mientras terminaba de taparla con la manta.
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Fue un tiempo largo sin lectura... lo de hoy, casi tan duro como la realidad. Saludos! no dejes de escribir!
ResponderEliminarGRACIAS POR ALENTARME SIEMPRE A ESCRIBIR!
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