jueves, 31 de diciembre de 2009

El año nuevo.

La Luna disfrutaba del año nuevo.
Desde siempre esa celebración había sido interesante por los excesos... Exceso de alcohol, de sexo, de drogas, de glamur, de alegria, de furia, de tristeza, de ilusión, de vida y de muerte.
Le agradaban los fuegos artificiales y los brindis, aunque creia que no eran más que un cliche.

Baldwing miraba al cielo con expresión alegre. Le gustaban las coloridas piruetas que lograban con polvora y colores en el cielo, pero detestaba los gritos infantiles de sus vecinos al prenderlos en la vereda.

Margot ceneba con algunos amigos. Odiaba el año nuevo, se ponía nostalgica y se sentía particularmente sola para esas fechas.

En algún lugar lejano, el barco se hundía lentamente, mientras los ultimos pasajeros subian al bote naranja.

Magalí se acerco a su perra, estaba un poco drogada, sino se estresaba mucho con los ruidos de la pirotecnia.

Javier sostenía a su nieto en brazos mientras su hijo liberaba al cielo un globo de papel.

El año viejo se iba, uno nuevo comenzaba lleno de esperanza y espectativas.

Para la luna, el mundo simplemente seguía girando.